Es una técnica de masaje profundo que se enfoca en liberar la tensión muscular y eliminar las contracturas que se pueden presentar en diferentes partes del cuerpo.

El masaje descontracturante puede ser un poco incómodo en las zonas donde se aplican más presión, pero la intensidad del masaje puede ser adaptada a las necesidades del cliente.

La duración de una sesión de masaje descontracturante varía de acuerdo con las necesidades de cada cliente, pero suele durar entre 60 y 90 minutos.

El número de sesiones necesarias dependerá de la gravedad de las contracturas y tensiones musculares. Se recomienda un tratamiento de mantenimiento regular para prevenir futuras lesiones musculares.

El masaje se realiza con movimientos lentos y profundos, enfocados en los puntos de tensión muscular. El terapeuta puede utilizar diferentes técnicas como amasamiento, fricción, presión, estiramientos y movilizaciones.

No es necesario tener una preparación especial, pero se recomienda informar al terapeuta sobre cualquier problema de salud o lesión previa que pueda afectar el tratamiento.

Los beneficios del masaje descontracturante son muchos, entre ellos se pueden destacar: aliviar la tensión y el dolor muscular, mejorar la flexibilidad y movilidad, liberar el estrés y la ansiedad, mejorar la circulación sanguínea y linfática, entre otros.

La frecuencia del tratamiento dependerá de las necesidades y objetivos del cliente, pero se recomienda realizarlo de forma regular para mantener los resultados a largo plazo.

Sí, hay algunas contraindicaciones como fracturas recientes, heridas o lesiones agudas, enfermedades de la piel, enfermedades del corazón, entre otras. Es importante informar al terapeuta sobre cualquier problema de salud antes del tratamiento.